Discurriremos inicialmente por un alcornocal de imponentes ejemplares centenarios, y después, por un quejigal que, en invierno, se embellece con arroyos cargados de agua y numerosos helechos. Más adelante veremos una zona de herriza o, lo que es lo mismo, de suelos rojizos y matorral en la que se encuentra algún alcornoque achaparrado por la dureza de las condiciones climatológicas. Al final, este sendero, que tiene acceso restringido, se encuentra con el de La Sauceda.
GUÍA PARA DESCARGAR
Folleto del sendero con información ampliada, ficha técnica, perfil del recorrido, recomendaciones y mapa topográfico de la ruta:
MÁS INFO
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